Existen una serie de desórdenes pigmentarios que llevan a la piel a tomar tonalidades diversas de manera localizada. Dentro de este grupo de pigmentación irregular, está la hiperpigmentación. Ésta, se trata de una alteración del color de la piel, de carácter benigno, generalmente debido a un aumento en la deposición de melanina en la epidermis y/o dermis, y que se caracteriza por la aparición de manchas oscuras, también llamadas hipercromías.
Estas alteraciones de color pueden tener diversas causas, algunas de ellas relacionadas con la exposición a la radiación UV, cambios hormonales producto del embarazo, ingesta de medicamentos fotosensibilizantes, entre otras.
En este artículo, nos enfocaremos principalmente en 2 tipos de manchas hipercromáticas: Melasma y lentigo solar y sus tipos de tratamientos.
Como ya hemos mencionado, tanto el melasma como el lentigo solar, al tratarse de hipercromías, se caracterizan por el oscurecimiento de una zona de la piel.
Melasma:
Es una hiperpigmentación adquirida que generalmente afecta las áreas del rostro expuestas al sol, incluidas la región centro facial, malar y mandibular. Es más común en mujeres de piel más oscura que viven en área de intensa exposición a la radiación UV.
El melasma se produce durante el embarazo, en aproximadamente el 25% de los casos y su prevalencia oscila entre el 15% y el 50%. Su tratamiento puede ser desafiante, debido a su naturaleza crónica y recurrente. Para ello, es necesario utilizar agentes tópicos aclarantes en combinación con filtros solares, puesto que estos últimos pueden mejorar su eficacia.
Lentigo solar:
También llamadas manchas seniles, los lentigos solares son de color marrón oscuro y se producen en áreas expuestas al sol, como rostro, manos, antebrazo, pecho y parte superior de la espalda, en respuesta a una exposición excesiva. En personas jóvenes a menudo aparece posterior a una quemadura solar aguda, pero es más frecuente encontrarlos en personas mayores de 50 años. Existen diversos tratamientos con fines cosméticos que incluyen agentes aclaradores, terapia de luz pulsada intensa, terapia con láser, entre otros.
Para conseguir un cutis luminoso y evitar que las manchas oscuras aparezcan, es importante adoptar una rutina diaria de cuidado:
. Cada mañana debes aplicar un tratamiento despigmentante en la cara y el cuello, este tratamiento lo debes realizar a diario.
. Protege la piel de la radiación solar usando una protección solar UVA y UVB. En el caso de exponerte al sol en las horas de mayor radiación o durante un tiempo prolongado, utiliza un factor de protección alto. Recuerda que el sol es el factor principal en la aparición y empeoramiento de la hiperpigmentación. Por lo mismo, la base de cualquier tratamiento, es la protección solar.
Por último recuerda visitar a tu dermatólogo, solo él puede hacerte un diagnóstico preciso y ofrecerte un tratamiento adecuado para el tipo de manchas que tengas.
Bibliografía:
- Hiperpigmentación. Begoña Encaboa, Marta Gamindea, Ainhoa Gurrutxagaa, Ana Gutiérreza, Elena Rodrígueza, Leticia Sakonaa, Mónica Samperioa, Grupo de trabajo del COF de Bizkaia, Revista Elsevier, 2006.
- Manchas seniles (manchas cutáneas), Mayo Clinic.
- Melasma, Uptodate, Beth G. Goldstein, MD, Adam O Goldstein, MD, MPHValerie D Callender, MD, FAAD. (2017).
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